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dificultad queda subsanada con la utilización de los salones y clases que ocupaba el Seminario de Filosofía y, últimamente, con la puesta en mar– cha del nuevo edificio del colegio San Antonio. En 1972 se organiza una misa para los niños de la catequesis los sá– bados, una vez al mes. Al año siguiente, que marca un gran impulso en la catequesis infantil, todos los domingos se celebra una misa exclusivamente para niflos, con orientación de la liturgia y homilía para ellos y acompa– flamiento de guitarras en el canto. Hoy en día se sigue con la atención programada en la catequesis parro– quial. Colaboran en ella unos treinta catequistas, chicos y chicas. Hacia 1973 la atención pastoral de los adultos se inicia por otros esti– los, no tan llamativos ni tan concurridos, pero, tal vez, más eficaces. Se forma un grupo de veinte personas que semanalmente reflexionan sobre temas bíblicos. Se esmera la atención espiritual y formación de un grupo de catequis– .tas, integrado por unos treinta de ambos sexos. Tienen varias jornadas de convivencia. Con el traslado del P . Alfredo Espinal (1976) a Tudela se desmorona en parte la organización, retirándose varios catequistas. En los años si– guientes y, sobre todo, en la actualidad, hay un gran esfuerzo para rees– tructurar los equipos. No estaría bien terminar estas lineas sin una mención a otras activida– des en torno a nuestra actividad pastoral. La primera de éstas es la referente a la esplendorosa tarea de entidades musicales que han contribuido a solemnizar el culto de la iglesia. La esco– lanla del antiguo convento, fundada y dirigida muchos años por el Padre Cristóbal de Eraul y que continuó su actividad en la iglesia nueva de San Antonio. La intervención del coro de estudiantes del Seminario Capuchino de Filosofla, dirigida sabiamente por el P. Paulino de Lezáun, y más tarde de la Coral San Antonio, formada y dirigida por el P. José Luis Anso– rena, ha sido uno de los factores de atracción al culto de la iglesia. Hoy se potencia la participación directa del pueblo cristiano en el canto. Los coros especializados son buenos, pero c-1 coro del pueblo es mejor. Cada afio tradicionalmente en diversas ocasiones la iglesia se ha reves– tido de especiales preparativos e interés. La primera ha sido el dla de Todos los Difuntos, en que la comunidad celebraba una misa solemne por los caídos italianos en nuestra contienda civil del 36. Era nutrida y selecta la asistencia de toda clase de autoridades italianas y españolas. civiles y militares, intervenía el coro de cantores, 48

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