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Si el panorama de las asociaciones se ve sombrío en la última década, no asi la actividad catequística, que se ha visto plenamente integrada y atendida desde la iniciación de la parroquia. Hablar de catequesis en las dos primeras etapas parecía excusado, al menos refiriéndose a niftos, si bien la información del «Boletin Oficial de la Provincia de los Capuchinos» hace mención de que en 1947 se daba catecismo en las escuelas a 125 niftos. Y en 1950 a 300. Mención merece también un grupo de escuelas dominicales en la ciudad atendida por la Acción Católica, que contaba en ese primer periodo con un número de 300. También se lee en las crónicas que existía un catecismo de perseverancia para senoras jóvenes que, desde 1948, llevaron las muje– res de Acción Católica. En otras partes de este libro se hace mención de la catequesis dominical llevada a cabo por los terciarios al sector de las Graveras de Torrero y que funcionó hasta 1961. Los terciarios siguen atendiendo hoy a un grupo de ancianos a quienes dominicalmente imparten orientaciones catequísticas en los salones del convento. En los primeros tiempos no se pensaba en catequesis, dadas las circuns– tancias siguientes: existía la ensenanza religiosa en las escuelas, el convento de la avenida de América llevaba una buena atención de la catequesis en el barrio y también por no contar con locales adecuados para ello. En el año 1958 se dan clases de religión en el colegio de las religiosas franciscanas de Montpellier, que se intensifica con los sacerdotes, recién ordenados, que cursaban pastoral desde 1960. Esta tarea perdura hasta 1969. En 1968 se dan pláticas semanales a los estudiantes de la Academia Proa. En 1969 se imparten clases de ascética a los hermanos de la clínica de San Juan de Dios y en verano un cursillo de moral a las religiosas es– colapias. Durante tres años, a partir de 1973 recibieron clase de religión las alumnas de las Madres Mercedarias. Así pues, las tareas de catequesis comienzan propiamente al iniciar su labor la parroquia. Desde octubre de 1965 se establecen cinco centros: para niftos en la parroquia y en el colegio de los hermanos de La Salle, para nii!as en la Milagrosa, Mercedarias y Acción Misionera Franciscana. Son atendidos un centenar de niños. Dan las clases todos los sábados por la tarde los estudiantes de filosofía . A los tres años se tiende a concentrar toda la tarea en los locales del convento. Y ya en 1968 se reúnen unos 230 niilos, atendidos ellos por los estudiantes, y las ninas por catequistas y hermanas de la AMF. El inconveniente que se acusa cada vez más es la falta de locales am– plios y en condiciones para los distintos grupos. En ailos posteriores esta 47

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