BCCCAP000000000000000000000197

Año 1965: 230.000 comuniones Año 1966: 192.200 comuniones Añn 1967: 213.000 comuniones Año 1968: 200.000 comuniones Año 1969: 208.000 comuniones Año 1970: 220.000 comuniones Año 1971 : 210.000 comuniones Año 1972: 226.000 comuniones Con estos datos, seilalamos una media de 212.000 comuniones anuales. El quinquenio último, de 1975 a 1979, nos da: Ai\o 1975: 184.000 comuniones. Año 1976: 162.000 comuniones. Año 1977: 154.000 comuniones. Año 1978: 147.000 comuniones. Año 1979: 202.000 comuniones. La diferencia en los dos últimos años estriba en una razón demasiado sencilla. El recuento anual se hace según facturas de las religiosas que fabrican las formas. Y en 1978 se retrasaron en pasar a su tiempo las fac– turas correspondientes. La Fraternidad ha tenido siempre una auténtica preocupación por adaptarse y seguir las normas de la liturgia en la celebración de las misas, en cuanto al cambio de la posición del altar, en la participación de moni– tores y lectores seglares y en la actuación del pueblo, sobre todo en el canto. De hecho, el anterior arzobispo monseñor Cantero queria precisamente que nuestra iglesia mantuviera ese carácter tradicional. En alguna ocasión protestó ante el superior por una actuación «progresista» en un funeral. Y más de un sacerdote ha sido advertido, después de una boda, que no se atreva a repetir otras actuaciones a «su estilo». En las misas dominicales para niños, se acompaña el canto con gui– tarras. En 1969 se reducen a seis las misas de los días laborables, pero con– tinúan siendo trece los días festivos. La predicación ha decaido también en este periodo. Y prácticamente, después de un primer quinquenio activo, desaparece del calendario de ac– tividades y de las crónicas conventuales. 42

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz