BCCCAP000000000000000000000197

plantilla de doce especialistas a los que se les remitía después de haber sido diagnosticados en el dispensario. En el año 1950 era el único dispensario parroquial de la ciudad y nos cuentan los cronistas del año 1955 que pasaban del centenar las personas que diariamente eran atendidas en él, en un servicio completamente gra– tuito. El convento ponía a su disposición los locales, luz, agua y teléfono. En la década de los sesenta dejó de existir al ser obligatorio el seguro de enfe1 .uedad. Las Conferencias de San Vicente de Paúl han realizado una lábor so– cial en el barrio. Son las precursoras e iniciadoras del comedor infantil. El 25 de diciembre de 1932 establecían en la escuela una cantif\a para más de ciento cincuenta niños y niñas. La Escuela Nocturna de Obreros «se fundó el 26 de diciembre de 1939 y, aunque creada por la Sección Femenina de la Falange, era desde un principio atendida y aun ayudada económicamente por socias de la Acción Católica. A partir del curso 1947-48, la Escuela está totalmente atendida por la Juventud Femenina, independientemente de toda organización po– lltica. Ha dado la juventud 20 vocaciones religiosas». (Fecunda Parens, página 121.) Para jóvenes trabajadores, por la noche, se impartían clases de cultura elemental, incluso de aprendizaje de leer y escribir. La presencia de los capuchinos en la cárcel de Torrero es otra de las tareas dignas de todo encomio, por el sacrificado y desagradable servicio en la atención a los reclusos, sobre todo, a los condenados a muerte. «Es caracterlstica, en el año 1936, la labor espiritual realizada con los condenados a muerte. A partir de 1936 fueron los Padres llamados para tan trágico ministerio, siendo designados los Padres Gumersindo de Este– lla y Víctor de Legarda, a los que más tarde se añadirían los Padres Marcelo de Villava, Serafín de Lezáun y Leonardo de lroz. Ese año, desde fines de junio, llevaban asistidos treinta y cuatro reos. En 1938 sólo el P. Gumersindo asistió a 178 condenados a muerte, entre ellos figuraban a veces personalidades, como el general Enciso y el coronel González Tablas. Este ministerio, en menor escala, continuó durante los cuatro años siguientes.» (Fecunda Parens, pág. 111 .) La Crónica recoge y describe, a veces, escenas desgarradoras y que fueron contempladas por los capuchinos. «Día 22 de septiembre: a tres mujeres y un hombre (fusilamiento), dos de las mujeres tenían su criatura en los brazos y al arrancárselas los guardias. se desarrolló una larga escena desgarradora.» 29

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz