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A diferencia de las otras ramas, ésta ha sido interparroquial, atendida siempre en esta iglesia. Aparte de las continuas y periódicas reuniones dirigidas a la mejor formación cristiana de los afiliados, hay que anotar. sobre todo, la labor de puertas afuera que ha realizado en los años de existencia. El Patronato Social Católico de Torrero «se constituyó el 16 de junio de 1950, como obra de Proyección Apostólica del actual Centro lnterpa– rroquial de los hombres de Acción Católica de San Antonio (Torrero) para la realización de obras sociales y apostólicas en el Barrio de Torrero». La primera obra llevada a cabo por 9icho Patronato fue el Cine To– rrero, inaugurado el 27 de enero de 1953, con 500 butacas, ampliándose a 708 el año 1954. Obra también del Patronato fue la construcción de 332 viviendas so– ciales en el barrio, vendiéndolas a precios muy inferiores a los autorizados y dando facilidades de pago hasta veinte años. En lo referente a la enseñanza, construyó un jardín de infancia, un colegio de primera enseñanza y un instituto masculino, filial de Goya. También enfocó su sorprendente actividad hacia lo deportivo, constru– yendo el Stadium Venecia, que era inaugurado el 20 de mayo de 1967. Cedió gratuitamente unas parcelas de terreno para construir el templo de la nueva parroquia de la Sagrada Familia en la calle Loarre, el año 1962. La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) es otro vigoroso movimiento nacido de la Acción Católica. Aunque hoy desaparecido, tuvo gran resonancia e influencia en los años de vida. El P. Venancio de Huarte-Araquil, residente en la comunidad de la Avda. de América, fue el consiliario dinámico de la HOAC durante varios años, al tiempo que ejercía el mismo cargo en la HOAC diocesana. Al dar un vistazo rapidlsimo sobre las actividades pastorales creadas e(! torno a los capuchinos, no pretendemos agotar todo el panorama apos– tólico desplegado por éstos en el barrio de Torrero. Hemos tratado de sintetizar aquellos aspectos más organizados que funcionaban en .torno a la capilla de San Antonio de la Avda. de América. No hay que olvidar otras múltiples actividades pastoral~:s que la atención a un barrio en cons– tante crecimiento demográfico requier<' además de otras salidas apostólicas a la ciudad y pueblos de Aragón. Recaérdese, por ejemplo, toda la acti– vidad desplegada en torno a lo que supone: retiros, novenas, ejercicio~ espirituales, misiones populares, clases en los colegios, predicaciones extraor-· 27

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