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sólida formación teológica. El estudio personal y un buen número de tra– bajos complementarios hacen los días llenos de esfuerzo y de frutos. La vida en el ambiente del barrio (Atades, Asociación de Vecinos, catequesis, actividades varias) se hace con toda normalidad y distensión. El P. Fidel Aizpuróa es el responsable directo de este grupo de formación con la co– laboración del P. Miguel S. Larramendi y el P. José Luis Orella. Se prevé que, si Dios lo quiere, este grupo de San Francisco de Zaragoza tenga una larga continuidad que redundará, ya desde ahora, en beneficio de nuestro barrio de Torrero. d) El Seminario Menor Regional de Aragón (1979- ...) He aquí otra de las realidades que pueden ser puestas como una espe– ranza para la Iglesia y para la Orden capuchina en nuestra ciudad. Duran– te ai'los se quiso poseer en nuestra casa de San Antonio de Torrero un se– minario que paliara las dificultades que las familias aragonesas ponían a la hora de dejar marchar sus hijos a nuestro seminario menor de Alsasua. Este interés ha llegado a madurez. La semana del 16 al 21 de abril de 1979 se reunieron 61 muchachos que indicaban una cierta inclinación hacia nuestra vida. Tras la conveniente selección según los criterios pedagógicos y religiosos más actuales, se espera que el próximo afio funcione ya el pri– mer curso del Seminario Menor Regional de Capuchinos de Aragón. Es– peramos mucho de esta obra que dirige el P. Luis Longás con la ayuda de Fr. Luis Javier Carlos y del P. Jose M.• Fonseca. Así los frailes y los vecinos de Torrero harán posible, Dios lo quiera, el que un dia abunden los capuchinos de Cinco Villas, del Bajo Aragón, de la zona del Jalón o de la misma ciudad del Ebro. Futuro y promesa. 115