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Los campos de trabajo desarrollados con mayor intensidad a lo largo del periodo fueron, por parte del P. Tomás Muro, la dirección de «Esfuer– zo Común», a la que imprimió una nueva linea y lo que supuso la actua– lización de la revista en el formato y presentación general, la periodicidad, un notable aumento de suscripciones y una amplia difusión. Debido a la fuerte represión de los últimos años del franquismo, la revista tuvo que sufrir notablemente: tres secuestros judiciales: (25-11-71) por un editorial de lldefonso Sánchez Romeo; (26-9-73) por un articulo sobre el derroca– miento en Chile de Salvador Allende; (10-4-72) por supuesta propaganda ilegal. Por información de la misma revista en su número 187, abril 1974, sabemos que la publicación sufrió otros cuatro secuestros y una inspección oficial. En ese mismo número se daba a conocer el cese del P. Tomás Muro como director de la publicación. El P. Vicente Lorea asistió ya en diciembre de 1969 como delegado nacional a la XVI Asamblea Interna– cional de la IBO («lnternational Bow Ordern). Los «Compañeros Cons– tructores» quedaron identificados con las orientaciones de la organización formando parte integrante de ella. La organización, nacida a ralz de la segunda guerra mundial para paliar la escasez de vivienda y los problemas de los refugiados de guerra, ha adquirido actualmente un carácter filan– trópico de corte universal y humanista. El P. Vicente Lorea, con la ayuda del P. Ramón Mur, organizaron la segunda asamblea nacional de CO.CO . en octubre de 1972. En ella, por razones de salud, el P. Vicente Lorea presentó la dimisión y fue propuesto como nuevo director a partir de 1973 el P. Ramón Mur. El P. Ramón Mur se habla incorporado a la Fraternidad a partir del Ca– pitulo Provincial de junio de 1972 y, como queda dicho, se ocupó también de CO.CO. Al tiempo, el P. Juan M. • Escala pasó también a formar parte de la nueva Fraternidad. El P. General visitó en abril de 1972 a la Fraternidad llevándose, según la Crónica del Boletln Informativo OPI, n. 0 45, una impresión favorable. El P. Provincial informó en el Capitulo de 1972 sobre la vida y actividad de estos hermanos en el contexto del estudio presentado por el P. Juan Miguel Mendla en la quinta sesión del capitulo sobre las nuevas fraterni– dades. Lo cierto era que, a pesar de la abundante información, los her– manos se percataban que la Fraternidad de Zaragoza-África se desvincu– laba cada vez más del resto provincial y que las distancias se iban acrecen– tando. Los años 1973 y 1974 no son generosos en noticias sobre esta Frater– nidad. Queda relegada al plano de lo personal la trayectoria seguida por los hermanos de esta Fraternidad en lo que les llevó a una búsqueda más seria de un programa actual de vida religiosa. Por otro lado, nunca po- 111

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