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"Salgamos al campo" (1). Lejos del bullicio del poblado. "Mi amado bajó a su vergel, a las eras de las balsameras, a pastorear su ganado entre los huertos y a coger lirios" (2). El zagal de la Pastora se colma de sosiego y gozo espiritual en los valles solitarios, entre las arbole– das, junto al agua de fuentes, arroyos y ríos. La inmensidad del bosque y de la serranía le trae a las mientes la grandeza del Creador y de su Madre. Les alaba compitiendo con el cantar de las aves. Pe las plantais montaraces humildes y bien– olientes saca humildad caritativa. Las flores le recuerdan a la flor de Jesé. Las espinas, a las que se clavaron en la cabeza del buen Pastor. Las espigas y racimos le mueven a adoración del Sacramento. Cada criatura es para el zagal memorial de la bondad divina, incentivo de amor. A todas invita a pregonar la gloria del Padre y de su Pastora. En la otoñada las ramas despojadas por el frío y el vendaval le ..enseñan a sobrellevar la pérdida de lo caduco. Con la sementera rememora el mis– terio del reino de los cielos. La primavera le infunde ansias de renacimien– to espiritual renovado. - 94-