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Pastora. No te invita a ociosa contemplación de rs– cenas bucólicas. Sus zagales abrazarán la misma vida de Ella. Vida áspera y dolorosa. Arrostrarán el hambre y la sed, las inclemencias del tiempo. De día, cansancio. De noche, vela. Se fatigarán buscando la oveja perdida. Al hallarla, se inclinarán con ca– ridad y se la pondrán sobre los hombros. Como Ella. Aunque agobie su peso. Aunque no ostente la blan– cura de aquellas ovejas de esquileo recién salidas del baño, loadas en el Cantar de los Cantares (2). Si es preciso, los zagales darán la vida por sus ovejas. lVacilas? La Pastora camina a nuestro lado. lQué podremos temer? Nuestra esperanza de recom– pensa no quedará burlada. Prenda su celo en nues– tros corazones y todo trabajo será llevadero. 54.-SÚPLICA Divina Pastora de las almas: pues en el cielo hay mayor gozo por un solo pecador penitente que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de penitencia (1), concédeme la gracia de aumentar la alegría del paraíso, guiando a tu redil a los pe– cadores que lo abandonaron, a los infieles que nun– ca lo han conocido. Muchas son mis ingratitudes con tu Hijo y con– tigo. Con tu auxilio quiero repararlas acrecentan– do el número de los que os amen con fidelidad. -86 -