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X MISION DE LOS ZAGALES 53.-EN SU AYUDA Ella, que con sus ruegos mudó en vino el agua de Caná, podría trocar milagrosamente el corazón de infieles y pecadores. Y todos, iluminados por su luz, caerían a los pies de su Hijo divino, adorándole como los Magos de Oriente. Mas prefiere que sus hijos espirituales partici– pen en su obra de salvación. Quiere tomarnos como zagales para apresurar el retorno de las ovejas des– carriadas. Y como a los servidores de Caná, nos re– mite al buen Pastor: "Haced cuanto El os diga" (1). Ella, con su presencia, será estímulo y galardón de nuestro celo. Clara se muestra la voluntad de nuestra Madre. Contrariarla desdeciría de hijos bien nacidos. Te llena de alborozo el pensamiento de acompa– ñar como zagal a tu Pastora. Justa alegría, pues es la empresa más soberana en que puedes colaborar. Pero guárdate de alterar el llamamiento de la -85-