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que, por tomar pasatiempo, los hombres las cazan y matan. 27.-AMOB COMPASIVO Al confiarnos a su Madre, el buen Pastor cuidó de infundirle el amor infinito de su divino Corazón. Por eso en el de la Pastora no puede caber desamor, si nosotros no le huímos primero. Y ni aun enton– ces nos olvida. Durante la Pasión amaba generosamente a los verdugos de su Hijo y rogaba por que no se malo– grase en ellos el fruto de la redención. Por más que te alejes de Ella, te llamará oveja suya y no te negará gracia y amor si arrepentido decides tornar a su rebaño. "A los corderillos lleva en su seno" (1). La oveja le aprovecha al pastor con sus esquil– mos. El corderillo no le da sino trabajo y cuidado. Con todo, para el cordero son sus halagos. Nuestra Pastora ama a las almas inflamadas en caridad y buenas obras. Pero parece que su Cora– zón se inclina con preferencia a los desvalidos de espíritu y débiles de voluntad. Una madre llena de salud mima al hijo desme– drado y enfermizo. Aunque ella no ha conocido la enfermedad, adivina el dolor encerrado en cada quejido y sabe compadecer y remediar al pobre fru– to de sus entrañas. -45-