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¿Quién, Pastor divino, podrá ahora dudar de tu amor? ¿Quién te mirará con desconfianza? lQuién no pondrá fin a sus descarríos para tor– narse a ti Como buen Pastor has dado la vida por tus ovejas. 13.-CORREDENTORA En la cumbre del Gólgota, junto al Cordero des– garrado por nosotros en la cruz, estaba de pie la Pastora, cooperando a la redención de la grey de Cristo. Ella había engendrado al Redentor: suyo era. Ella le había dado la sangre redentora: suya era. Padecía juntamente con El: cediendo sus dere- chos de Madre sobre la Víctima divina, coronando el "hágase" de Nazaret. Ofrecía a su Hijo en sacrificio, lo inmolaba. Se ofrecía a sí misma en sacrificio, se inmolaba. Ella también nos redimía. Adquiría derechos sobre los redimidos. Unida a su Hijo santísimo lo ofrecía al Eterno Padre y añadía el holocausto de sus derechos y de su amor. A los dolores del Hijo asociaba los suyos perso– nales: y eran dolores de la Madre de Dios. -28-