BCCCAP000000000000000000000190

58 VIDA PÚBLICA DE JESUCRISTO ha nacido es obra del Espíritu Santo y dará a luz un Hijo, que le impondrás por nombre Jesús; porque El salvará a su pueblo de los pecados» (1). Este es el nombre que verdaderamente convenía al Verbo encarnado, porque, según la misión que el Padre le confiara, había de salvar al mundo de la muerte eterna. Esta misma idea se manifiesta en el hermoso cántico del Magníficat, cuando la Virgen María exclama: «Ecce enim ex hoc beatam me dicent omnes generationes ... Et misericordia ejus a progenie et progenie timentibus eum. (2). El Profeta Zacarías termina su cántico del Benedictus, diciendo: Illuminare his, qui in tenebris, et umbra mortis sedent; ad dirip,endos pedes nostras in viam pacis (3). En su nacimiento no sólo le adoraron los Angeles y humildes pastores, sino también los Reyes Magos del Oriente vi– nieron a adorarle y ofrecerle sus dones. Celebra la Igle– sia esta fiesta con el nombre de Epifanía, que significa manifestación de Jesucristo a los gentiles (4). Presentan a Jesús en el templo, según la Ley, y el anciano Simeón. rebosante de gozo, entona el Nunc dimittis, porque sus ojos han visto la salud, que aparejó ante la faz de todos los pueblos. Lumen ad revelationem Gentium, et gloriam plebis tuae Israel (5). Omitimos aquí otros acontecimientos de la vida de Jesús hasta su predicación, por no hacer– nos difusos. 30. Vida pública de Jesucristo.-Jesús, después de haber sido bautizado por el Bautista, se retiró al desierto, ayunó cuarenta días y cuarenta noches y venció diversas tentaciones del demonio. Luego que oyó habían puesto (1) Matth. I, 21. (2) Luc. 1, 46, sigs. (3) Luc. I, 79. (4) .Matth. II. (5) Luc. II, 32.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz