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PRECEDENTES HISTORICOS DE LA MISIONOLOG!A 25 Estas y otras muchas razones, que en obsequio a la brevedad omitimos, nos convencerán de la importancia y necesidad del estudio serio de esta ciencia, de implantarla en los estudios de la carrera eclesiástica, y de mirarla con interés y cariño, corno verdaderos embajadores de Cristo, cuya misión estamos obligados a continuar. 6. Precedentes históricos de la Misionología. -La Misionología, corno ciencia aparte, es de nuestros días. En los primeros siglos de la Iglesia. los Apóstoles, los Apologistas y los SS. Padres, se cuidaron más de pro– pagar la fe y defenderla contra los paganos y herejes que de reducirla a un sistema científico. Poseían la Misionolo– gía práctica, aunque careciesen de la teórica; no obstante. si bien en aquella edad no se escribió ningún tratado es– pecial de Misionología, todas o casi todas las partes de esta ciencia se hallan fragmentariamente estudiadas en los escritos de los Apologistas y SS. Padres, sobre todo, la par– te fundamental, S. Escritura y fundamentos dogmáticos. En la Edad Media se notan ya algunos conatos de sistematización, o por lo menos, tendencia de hacer servir directamente. para la conversión de los infieles, los adelan– tos de la Filosofía y Teología católica. Se dice que S. Rai– rnundo de Peñafort aconsejó a Sto. Tomás de Aquino que escribiera su famosa « Summa contra J!.entiles », con el fin de que pudiera servir corno de Manual a los misioneros que ibrn a predicar entre infieles, pudiendo. por consi– de ah;úe modo. llamar a la «Summa» el primer tratado de Misionología fundamental. Análogo objeto tenía el " fidei ,. del dominico Raimundo Martí. Pero ninguno con más derecho a ser considerado como el primer rnisionólogo de la Edad Media, que el célebre mallorquín B. Raimundo Lulio, terciario franciscano, quien, no con– tento con gastar todas las energías de su larga y agitada vida, en la conversión de los mahometanos, trabajó lo in-