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ÜRGANIZACIONES MISIONALES CAPITULO VI ORGANIZACIONES MISIONALES 337. Para la conquista espiritual del mundo no basta. el esfuerzo aislado de algunos aguerridos y valientes sol– dados; se necesita un numeroso ejército, bien unido, orga– nizado y disciplinado que simultáneamente milite y preste sus servicios, según la voluntad del Rey universal y so– berano. En un ejército existe distinción de soldados; unos combaten en el campo de operaciones; en este caso se encuentran los misioneros que marchan a tierra de infieles; otros se quedan en la retaguardia y en la patria, para substitución y ayuda de los demás; y estos son los católicos que están en países civilizados y deben cooperar a la conquista espiritual, según su edad, categoría, sexo y condición. Pero para mayor eficacia conviene que formen diversos batallones entre sí, que unan sus fuerzas... Di– r¡_?mos dos palabras sobre la organización en las diversas edades y clases sociales. § I. Los niños y las Misiones (1) 338. La porción más simpática del gran Ejército mundial, es sin duda alguna la infantil. Este, con sus inocentes oracio- (1) V. P. F1scHER, S. J., El Testamento de Jesucristo, p. 174: Burgos, (1922).
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