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OTRAS OBRAS MISIONALES 445 CAPÍTULO V OTRAS OBRAS MISIONALES 336. Además de las OO. PP. y de la U. M. del C. exis– ten también muchas de índole misional; generalmente, cada Orden o Instituto religioso tiene la suya particular. En. todas las naciones católicas y aún en los países de Misión se han extendido diversas asociaciones misionales con el fin de favorecer sus propias Misiones entre infieles. Aunque todas ellas sean muy recomendables y ben– decidas por los Romanos Pontífices; sin embargo, siempre se debe dar la preferencia a las Pontificias, por su carácter universal, por su éxito más general y eficaz, por los pri– vilegios y gracias que conceden, y, sobre todo, porque así lo ordena la Santa Sede como lo han manifestado repetidas veces los dos últimos Pontífices Misioneros, Benedicto XV y Pío XI. Por esto se obraría contra la mente de la Igle– sia, alterando este orden jerárquico. Seguramente que algunas de estas Obras son cono– cidas del Clero y de los fieles, tales como el Sodalicio de S. Pedro Claver, a favor de las misiones africanas (1), (1) Se fundó en 1894 por la joven Condesa María Teresa Le– dóchowska con la aprobación de León XIII. Más tarde se puso bajo la inmediata dependencia de la S. C. de Propaganda. Es una especie de Instituto religioso femenino, cuyos miembros son Misio– neras auxiliares, viven en comunidad y se dedican al servicio de las misiones africanas en países civilizados. Tienen, además, miem– bros externos de cualquier clase social, celadores y celadoras, aso– ciados. Socorren a las misiones con oraciones, vocaciones, medios materiales, con la palabra, la prensa, conferencias, museos, exposi– cioJ1cs, etc...