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FENOMENOS PSICOLOGICOS EN LA CONVERSION 411 envían sus mensajes y rinden culto con un ceremonial muy complejo. En muchos puntos, sobre todo. del Africa, el sacerdocio se identifica con la hechicería. En Fernando Pó habitan esos hechiceros sacerdotes en las cavernas a donde acuden los indígenas para consultarlos; porque creen tener un poder oculto de comunicarse con el mundo supra– sensible; en Zanzíbar se recurre al hechicero para conocer lo futuro; entre los indios de la América del Norte se cr':!e que, cuando una persona está enferma, tiene poder para arrojar al genio malo de la persona y de la casa. También hay en algunas regiones otra especie de sacer– dotes hechiceros llamados fetichistas, a quienes se confía la tutela del fetiche de la tribu en el caso que represente una divinidad benévola; en el caso contrario, tiene el poder de destruirla. En la Africa Central la hechicería fetichista ha llegado al tabuismo. Todos deben respetar al animal fetiche y cualquier género de violencia contra él sería castigado con la muerte. Al lado de los sacer– dotes se encuentran comunmente las sacerdotisas, con– sideradas como omnipotentes; tienen diversos oficios, según los países. Lo más corriente es dedicarse a la brujería y adivinación. Salta a la vista el influjo que todos esos sacerdotes, hechiceros, brujas o sacerdotisas, como quiera que se llamen, ejercen sobre los ignorantes indígenas. Su acción sumamente nefasta es un impedimento para la pro– pagación del catolicismo. ¿ Cómo logrará el misionero con– vencer a los ignorantes de todas esas imposturas ? ¿Qué oposición o quizá persecución no suscitarán contra él los que viven a expensas de las simplezas de los demás, temiendo ser descubiertos? En primer lugar, el misionero debe ganarse las simpatías de los elementos influyentes. tleclararles los engaños y supercherías en que viven, el (1) Cf. CARMINATI, o. c. p. 143 y sigs. DuFoNTENY, o. c. mayo 1928, p. 123.

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