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402 PsrCOLOGIA Y SOCIOLOGIA APLICADAS A LAS MISIONES que tenían de adaptarse a las costumbres de aquellas re– giones. Lo que indicamos acerca de estos puntos de adap– tación, se puede aplicar a otros aspectos de la vida misio– nal. El misionero no debe tener por lema: rechazar, des– truir y ridicularizar; sino edificar, mejorar, perfeccionar. elevar en todos los sentidos y enderezar lo que esté torcido. Ejemplos admirables de esta adaptación tenemos en los grandes misioneros: S. Francisco Javier, Juan de Monte Corvino P. M. llicci, Schal, Verbiest, Nobili. Massaia y otros. El misionero de hoy tiene ya el camino trillado por la experiencia de los antepasados, las sapientísimas normas emanadas de la Santa Sede y los Concilios Plenarios cele– brados en Misiones. No tiene más que someterse con hu– milde rendimiento a la obediencia. Además, las costumbres de los infieles en la actualidad, su etnología y mentalidad, nos son más conocidas; favoreciendo no poco la idea y el deseo que sienten la mayoría de los pueblos de europeizm·– se y americanizarse, como ellos dicen, para que nuestras cosas les sean menos dificultosas e inaceptables. ARTÍCULO III LA PSICOLOGÍA Y LA SOCIOLOGÍA APLICADAS A LAS MIS¡ONES 294. Las ideas y los sentimientos se comunican de unos a otros como corrientes de energía vital. Su pro– pagación puede ser vertical en el tiempo u horizontal en el espacio. Las ideas y sentimientos cristianos, con la cultura que virtualmente encierran, se han propagado de los dos modos. En su marcha triunfal a través de las generaciones no siempre se ha verificado con facilidad y rapidez; las más de las veces ha tropezado con obs-

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