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DE LA ADAPTACION MISIONERA 401 dos, estos viven en la abyección y en un retraso muy lamentable de cultura; quiénes son laboriosos y ávidos de saber, a quiénes les domina la indolencia, el abandono y la ociosidad. Conocida la índole, capacidad y modo de ser, es como se podrán adoptar sistemas pedagógicos propor– cionados. 291. 4. 0 Adaptación en el lenguaje. -El aprendizaje del idioma es de capital importancia. El misionero debe aprender a pensar, hablar, predicar, confesar, escribir con ~orrección y soltura el idioma del país. Será quizá difi– cultoso, pero la admiración y agrado que causa, cuando ven que se expresa tan bien o mejor que los mismos natu– rales, suscitará en ellos estima, autoridad y simpatía (1). 292. 5. 0 Ad11pfación nacional.-Nos referimos con esto a la acomodación de los misioneros, a las costumbres y usos de la colectividad, a la vida familiar, a las leyes y régimen del país; a sus honestas o diferentes tradicio– nes, fiestas, ritos y manifestaciones de la vida pública y social. Aquí tiene perfecta aplicación el dicho: Dum Ro– mae fueris, romano vivito more. 293. 6. 0 Adaptación litúrgica.-Siempre que no con– travenga a la santidad del culto y a las leyes de la Iglesia, 1Será conveniente adaptar la liturgia a la del país. Los cánticos populares, la música, los libros de devoción y catecismos en lengua vulgar, etc. deben seleccionarse y componerse según sus gustos. Igualmente preferir y solem– pizar más las fiestas religiosas, los Santos y Misterios que más simpaticen y se acomoden a sus inclinaciones naciona– l~s. En la Historia hemos hablado de la famosa cuestión de los ritos chinos y malabares. Si bien fué iun punto muy dis– cutido y algo censurable, con todo. nos demuestra el afán (1) Hablamos sobre este punto en el n. 241.

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