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DE LA ADAPTACION MISIONERA 399 sidir estas reglas o normas: a) que estén en todo confor– mes con las orientaciones y disposiciones pontificias; b) con las tradiciones propias de la Orden o En– tidad; c) con las exigencias de lugar, personas, índole, psi– cología, etc. de los puntos de misión. Por esto, en su re– dacción deben brillar la ciencia, la prudencia y la expe– riencia misioneras. Lo que acabamos de exponer y lo que está ya dicho en otras partes de la obra, nos parece suficiente para que misionólogos y misioneros sepan que la actividad puede ser variadísima, multiforme, y que la conversión del mundo debe realizarse conforme a los planes divinos de una Sabiduría Providencial. ARTÍCULO II LA ADAPTACIÓN MISIONERA 287. Adaptación o acomodación m1S10nera es un pro– blema misional de grandísima importancia para el éxito dzl apostolado. La característica del verdadero apóstol es hacerse todo para todos a fin de ganarlos a todos. El misionero no conseguirá nada, si se ríe y desprecia las pagodas, los caminos, las casas, los vestidos, las perso– nas, el color, las costumbres, etc. El hombre es lo mismo en todos partes; y todos aman sus cosas y su patria. La primera ley es respetar lo ajeno. Verdad es que existen costumbres entre los paganos que no pueden tolerarse· en modo alguno, por ser contrarias a la moral o al dogma; pero en lo que es indiferente, y sin ofensa de Dios y quebrantamiento de la conciencia se puede permitir o to– lerar, ningún misionero, por el mero hecho de hallarse en un país menos culto y civilizado, tiene derecho a reformar-·