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372 DE LOS SACRAMENTOS «Casti Connubii» (1) tiene el sacerdote materia abundante para inspirarse en esos puntos (2). Conocidos por experiencia los malos resultados que suelen dar los matrimonios mixtos, deberá im– pedirlos todo lo que buenamente pueda, aconse– jando y disuadiendo a las partes con celo y prudencia pastorales.-De los impedimentos dirimentes e impedien– tes hablan abundantemente los autores de Derecho y de Moral lo mismo que de los casos de dispensa y convalidación. Si el misionero logra que se celebren honestos ma– triffionios, obtendrá también la formación y organización de buenas familias, base de excelentes cristiandades. 260. 6. 0 Orden.-Este pertenece a la autoridad com– petente, a quien incumbe observar las leyes eclesiásticas y las normas de la Santa Sede sobre la preparación y formación del Clero Indígena, de que hemos hablado arriba. Superiores y súbditos fomenten las vocaciones sacerdotales y cultiven con cariño singular las tendencias e inclinaciones buenas de los aspirantes. Esas tiernas plantas, colocadas en terreno fértil y administradas con esrr ero, suministrarán copiosos frutos para el porvenir de la misión. 261. 7. 0 Exfrema~Unción. -El santo Viático y la Ex– l:rema-Unción son los últimos consuelos que la Iglesia prodiga a sus fieles hijos para transportarles de esta vida temporal a la eterna. Siendo el paso decisivo, es necesario poner todos los medios y esfuerzos para ase– gurarle bien. (1) Pm XI, A Ap. S. ann. 1930, vol. XXII, p. 539. (2) Acerca de las dificultades que ofrece la poligamia para la conversión puden verse los artículos del P. G. DuFoNENY, La Mé– thodc d' Apostolat ehez les non-civilisés en Bulletin des Missions. mayo-junio, 1926, p. 276; noviemb-diciemb. 1927; noviemb.-diciemb. 1929, p. 520.

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