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318 NECESIDÁD DE FOMENTAZ LAS VOCACIONES MISIONERAS tiva, otras a la activa: enfermos, educación, beneficen– cia, Misiones, etc. Para enterarse del origen, número, fi– nalidad, etc. consúltese la erudita obra del P. Arens, tantas veces citada, pag. 86 y sigs. Este es el personal que, generalmente, forma el sujeto de las Misiones en las patrias respectivas. Quizá en algunos países se añada algunos catequistas (1). médicos auxiliares que cooperan personalmente al desarrollo misionero; pero los directamente evangelizadores son los grupos indicados. § I Neceaidad de fomentar las vocllcionea misioneras 217. Para aumentar el personal m1s10nero y extender sus conquistas, es necesario fomentar las vocaciones, en– grosar las filas del ejército. La mies es mucha y los ope– rarios son pocos. Ese ingente campo de recolección evan– gélica, pide, exige que se busquen vocaciones misioneras. Parece que en las cinco partes del mundo se oyen las voces de los fieles de Macedonia al Apóstol de las Gen– tes: Transiens ... adjuva nos... (2) Así se lee con frecuencia en las Revistas de Misiones. (1) Acerca de la importancia, necesidad, reclutamiento, instrucción etc. de los Catequistas pueden consultarse útilmente: P. Dunors S. J. Les Catechistes, en Autour du probleme de l'Adaptación, compte rendu de la quat. Sem. de Miss. de Louvain, 1926, p. 75 y sigs. P. MAZE, Les catechistes agenst de conversions dans le Vicariat du Nyana, en Les conversions, compte rend. de Huitiéme Sem. de Min. de Lou– vain, 1930, p. 171, y sigs. G. DUFONTENY, La Méthode d'Evangelisatiari. chez les non-civilísés. L'incorporatíon du Catéchiste dans la tribu, Cil Bulletins des Missions, sept.-oct. 1927, p. 337 y sigs. Noviemb.– Diciemb. 1927, p. 365 y sigs. (2) Act. XVI, 9.

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