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316 CLERO SECULAR Y REGULAR mundo. Tienen el derecho y el deber de promover el es– píritu y la cooperación misional entre los fieles, y de ma– nera especialísima entre Seminaristas y Sacerdotes. Serán objeto de su solicitud y predilección las Obras Pontificias, la Unión Misional del Clero, las Cátedras de Misionología en los Seminarios y el fomento de vocaciones misioneras. Secundarán en todo las normas y orientaciones de la Santa Sede, procurando su más perfecto cumplimiento. Todo el Episcopado Español debería interesarse por el Seminario de Misiones Extranjeras de Burgos, tanto en la parte material como en lo referente al personal, para que crezca y florezca ese plantel de misioneros españoles y pueda llegar a emular los similares de París, Milán, etc. 214. 4.° Clero secular.-El sacerdote, en virtud de su misma dignidad y vocación, es el llamado por Dios para ejercer inmediatamente la misión divina de Jesucristo El es el que, sacra faciens et sacra dans, distribuye los frutos de la redención y sirve de ,medio para que se comu-– niquen a los hombres los méritos de Cristo. Esta sublime misión no debe tener límites ni restricciones; es menester extenderla a los que están también fuera del redil evan– gélico. En otros lugares tratamos del Clero y las Mi– siones, y de su formación misionera; por esto no nos dete– nemos aquí más. 215. 5.º Religtosos.-Los miembros de Ordenes e Ins– titutos religiosos de varones son como la parte más avan– zada del ejército misionero, los batallones que combaten en primera fila, elegidos por Dios para defender y exten– der su reinado por toda la tierra. Existen muchísimas Ordenes y Congregaciones religio– sas : en unas entran las Misiones como parte inte– grante de su programa de acción; otras están expresamente fundadas para las Misiones Extranjeras. El que quiera