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CxsMATxcos 305 cismático, pero no viceversa; en la práctica, sin embargo, frecuentemente se unen las dos cosas y resulta el cisma mixto. Los cismáticos se han dado a sí mismos el nombre de ortodoxos, con relación a los herejes. A través de los siglos que lleva de existencia la Iglesia se han dado numerosos cismas. De los más principales son : el de Hypólito, el de Novato, el de Novaciano, de los Mele– cios, de los Donatistas, de Focio, del Oriente, de Inglaterra, de los distintos antipapas, el célebre de los tres capítulos y el ,gran cisma de Occidente. A medida que se han ido sepa– rando de la Iglesia católica han ido perdiendo también la pureza de la fé e infiltrando en ella errores e indiferen– tismo religioso. En la actualidad, todavía hay nestorianos en Persia y en la India; monofisitas en Egipto, Abisinia, Malabar, Siria. Palestina y Armenia; cismáticos focianos en Constantino– plc1, Alejandría, Jerusalén y Antioquía. Existen, además, mu– chos cismáticos en Rusia, Grecia, Yugoeslavia, Checoeslo– vaquia, Rumanía. Bulgaria, Albania, Polonia, Estonia, Le– tonia, Finlandia, América y otras regiones. ¿ Cuándo la Iglesia católica tendrá el consuelo de ver unidos en un mismo cuerpo y bajo una misma cabeza los 158 millones de miembros acéfalos que andan dispersos por el mundo, como ovejas sin pastor? Las Misiones son las que deben responder a esta pregunta. (1) V. R. ]ANIN, Les Eglis orientales et les Rites orientaux, París (1926); VAcANT MANGENOT, Dictionaire de Theologie catholique y The Catholic Enciclopedia, New York. DR. ARAMBURU, La vuelta de lo.s Jacobitas a la unidad de la Iglesia, en Illuminare, enero-febrero, 1932 p. 3 siga.

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