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IsLAl\IISMO 297 el número de esposas legítimas a cuatro, permite el divor– cio y castiga la infidelidad de la esposa, haciéndola morir de hambre (1). e) Lo dicho basta para conocer el valor del Islamismo, cuyas doctrinas son un verdadero anacronismo : su funda - dor. un impostor atrevido. hostil e injusto; su sistema religioso, arbitrario y contradictorio, cuyos caracteres prin– cipales son el fatalismo, el fanatismo y el sensualismo. Esto explica el proselitismo mahometano, su rápida propagación. Con la justificación de muchos vicios, especialmente sen– suales, ofrece un impedimento grandísimo a la propagación del Catolicismo (2), cuyos principios son totalmente an– titéticos y contrarios a las inclinaciones viciosas. Esa religión recalcitrante y casi irreductible cuenta hoy, desparramados por varios continentes, más de 200 millones de adeptos. (1) El Islamismo se divide en varias sectas. Las dos principales son los Swinitas ortodoxos y los Sciitas sectarios. Los primeros recono– cen la sunna, modo ordinario de obrar, observado por Mahoma y sus compañeros, y tienen por legítimos los primeros Califas .ilbu Bel:¿r y Otman, teniendo por primer santuario la Caaba en la Meca. Los segunclos no admiten la sunna y tienen por legítimos, en el Califato, a los descendientes rle Ali. Su santuario principal es Ncgcf, donde está la tumba de Ali, pariente de Mahoma, aclamado Cdif:i e>1 el 656. Existen además otras divergencias doctrinales que pueden verse en PoWER, Christus, p. 700. (2) V. P. Joc,, Les foconvertisables olÍ le Bloc ~W11s11/n1a11 l':1 Le, CmwPrsions, compte rendu ele la Huitiéme Semaine de Mísiologic de Lau\·¡tin, 1930, p. 39 y sig~. AGENCIA FmEs. La propagand,1 m11rnl- 11u1;1" en Afrfra en «El Siglo de las Misiones», mayo, 1932. L. ÜLEAGA, O. F. M. Aforos y cristianos, posibilidad de una aprcximacióil religiosa, en Misiones franciscanas, noviemb. 1931.– junio. 1932.

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