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HrsTon :A DE LA ETNOLOGIA 265 Dur:rntc lo; siglos 16 y 17 la concurrencia de las grandes potencices curopec,s se disputciban los dominios de los nuevos países y no pocas veces abusaban de su hegemonía política en contra de los indios y viéndose oblíg:1do Paulo III (1537) a llamar la aten,:i,'in de un Dccrc,to. recordando que los salvajes son horntrcs ,.:01110 los dc111ús, y co1no tales deben ser trat:1<los y respctaJos sus ,_forcchos. L1s ideas religiosas y sociales de Grocio y Hobbes, la proclamación de derechos del hombre y del pueblo soberano por los escritos de Rousc:1u y Forstcr, juntamente con sus teorías acerca de la mc•1- talidad catado primitivo del hombre, llamaron poderosamente la atc1.ció1• Je los invcstig,,dorcs, y se dedicaron con más empeño al es– tudio científico de las culturas extranjeras. Jntcnt:tron realizar estu– dios CJn1pEr~itivos sohrc los ll';;;o~-. costumbres y mancr:is de vivir dt:~ Ios pueblos nciturnlcs. dilaLmdo así los horizontes etnológicos. Est2 nwrodo ccnnv,m1! ivo fué ideado y empleado por los años de 172-l po:· sabio y célebre rnisionero jcsuíta. P. Lafitau, separánJosc dc·– fir,itivdr:ncnte la Gc1_\;.¿rc,.fí::: de la E'cnologia, y siendo corno el :5un– dadu1· '"1c !as ;~odcrnas oricnL1cioncs etnológicas. TERCER PERIODO (1800-J859). 189. En cscc período toda\'Ía se encuentra unida la Etnología con lct Antropología. Los célcbr1es naturalistas como Lineo, BuHém, Blumcnbach, Campcr, etc. fundaron y difundieron la Antropología física, interesando b opinión pública por sus descubrimientos y nro– blcm:.is ,ie ra::as. Al mismo tiemno, se desplazó la Lingüística, desen– tendiéndose de la Etnología, la cual se concretó a los usos y costum– bres. caracteres y direcciones externas de los pueblos primitivas e nat urnks. Lo ;itropellado y fantástico de muchas teorías trajo b cnn– fúsíór; Je los conceptos de raza y pueblo, buscando distinguir las di, e, ra=:i.s por sus cualidades o propiedades físicas. lingüíst'ClS y , les, cun el fin Je llegar al conoci1nicnto de los caracteres cor- por:des y espirituales. En varios países se fundaron sociedades an– trnpológi.-c1s, que encontraron mucho eco hacia mediados del siglo X 1:, en bs tendencias ídca!isticas de la Filosofía, y m,\s tarde. en el crc1sJ m,1rcrialismo del mismo siglo. Algunos antropólogos, como CarlJs Vog:: y Topinard, atrcviérons,: a defender las manifestaciones cspiri– tu,•ics y mcntaies del hornbrc, como funciones de la masa enceLílica, tr<1LLrdn L1 parte espiritual como un apéndice de la Anatotníd y Fis:ulo,.üa ,_-erebral.
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