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264 HrsTORJA DE LA ETNOLOGIA SEGUNDO PERIODO (500-1800 p. C.) 188. En este período la Etnología se conserva unida a la G•wf;ra– fía a la ciencia de las razas. Los apóstoles y misioneros cristianos, durante los siglos que median del 50 al 1500 de la era cristiana, sé extendieron por toda Europa y muchas regiones del Asia, teniendo ocasión de conocer los caracteres, propiedades y modos de vivir de, muchas gentes y pueblos. Todo el Norte y Este de Europa nos era ya suficientemente conocido en el primer milenario, y al princi– pio del segundo fueron rotas las fronteras asiáticas, y aún se es– tablecieron relaciones diplomáticas con la Santa Sede, importándose de este modo nuevos e interesantes datos etnológicos de las regiones desconocidas. Lis noticias de los pueblos boreales y eslavos fueron en gr.m parte comunicadas por religiosos, como Adan de Bremen, Néstor de Kiew, Thietmar de Merseburgo, Helmold ,le Lübeck y otros. De los pueblos orientales informaron Juan ele Plano Carpini, Guillermo Ruys– brock. .'.Vian:o Polo, Menentillus de Espoleta, Odorico de Pardcnone, Jm•n de i\farignola, Jordán de Catalini y otros muchos. Desde el 1500 al 1800 vinieron los grandes descubrimientos de Afri,::,. América y Oceanía, de cuyos países trajeron riquísimos mak– rüdc ,, y '--onocirnient(1s cr:no:;ráfícos los navegantes, viajeros, misione– Y conquistadores. Son innumerables los libros que van apareciendo ,~1;¡ún contenido etnográfico. Entre ellos citaremos sólo aL;u110.~ es; L:ñuL::-;, corno Colón (1Jide del ..Alntirante)! C)vieLlo (Hist0ria Indias). Pedro lvbrtir de Anglcra (De rebus oceanicis e/: orbe Jecadcs), Cristóbal ::V1olinos (Religión de los incas), J. Acost¡¡ (Historia natural y mora! de las Indias), Avendaño (Religitin de los Bcrn~F·~liPo RH,cr.1 de (H~·,.,-tc1ri~: Cicza de León (Crri;lica del Per:í) y otros incontabks. Pero, del ingente n1,1tcrial adquirido, no se formó una sistcn1ati=:1z::lé1;1 científica. ni mucho menos comparada, de unos pueblos con otros. Se prestó rnenor atención a los usos, costumbres, rcli[;ión, n1oralidad. tendencias, etc. que tenían los hombres de distincds razas y colort:s, que a las abundantes riquezas y producciones naturales que poseían 1o'.3 r}aísc.s nuevan1cnte descnhicrtos. ~1as 1os tnisioneros. a q_uienes no interesaba ranw los Gienes materiales como los espirituales y cul– turales de los hombres, a medida que se iban aumentando y esta– blccii:.nJo en Lis regiones conquistadas, se iban tamb1en enterando y escribiendo, más o menos explícitamente, como hemos indicado arrib.1, d~ los usos, costu:nbn:~1 1 c<1r,1cr~rc:,, tendencias, relígione~. l~utturas, ere. de los indios.