BCCCAP000000000000000000000190

MISIONES DE LOS FRANCISCANOS 175 Los franciscanos comen::aron por evangelizar las An– tillas. de donde pasaron bien pronto a Tierra firme, donde se distinguió el P. Quevedo, nombrado más tarde obispo de Darien (1513), el primero de Tierra Firme. Doce francisca– nos entraron en Méjico a raiz de la conquista de Cortés (1524). entre los que merecen mención especial Fr. Martín d,: Valencia (J1534) y Toribio de Benavente o Motolinia. autor de una célebre Historia de aquellas misiones (1). Aunque al principio estos misioneros consiguieron po– co fruta, debido tal vez a que los mejicanos habían queda– do resentidos de la conquista, es lo cierto que al poco tiempo había ya cristianos suficientes para fundar una de la c:ue fué nombrado obispo el franciscano de Zumárraga (1528), quien. aparte de sus traba– JOS apostólicos, mereció bien de la cultura y de la civili– ::ación. pues introdujo en América algunas artes útiles, co– mo 1~, jmprenta, siendo la que él fundó en Méjico la pri– men, del nuevo mundo, y en la cual se imprimieron nu– merosas obras en doce idiomas diferentes. Franciscanos evangelizaron igualmente las extensas re– giones de la América del Norte, descubiertas y colonizadas por los españoles. Célebres son en la Historia los tra- bajos apostólicos de Fr. Junípero Serra (1784), apóstol de California y fundador de la ciudad de S. Francisco. Los franciscanos predicaron también en todas o en casi todas las regiones del Sur: Nueva Granada, Brasil, Chile, Argentina y Perú, teatro esta última del celo infatigable de S. Francisco Solano (1610). Los franciscanos fueron igualmente los primeros en evangelizar la colonias francesas del Canadá a principios del sido XVII. En resumen; bien puede decirse que no (1) P. LoPEz, Fr. Toribio .iHotolinia, en Illuminare, enero-febrero. 1931. !nEM. Los doce primeros apóstoles de A{éjico, en B. H. M. vol. II. pp. 201-27.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz