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166 MISIONES ENTRE LOS MORISCOS DE ESPAÑA otro que el convertir al Evangelio a aquellos irreconcilia– bles enemigos de los cristianos. No contento con la palabra, utilizó también la pluma, escribiendo numerosas obras de controversia, proponiendo al Papa, en el Concilio de Viena (1311), el establecimiento de Colegios misionales, donde se estudiasen lenguas orien– tales, necesarias para que el ministerio apostólico entre aquellos pueblos fuese más fructuoso. Trabajó ante el Papa y ante los Príncipes católicos para rescatar los Santos Lugares; y para que nada le faltara para ser un perfecto misionero, obtuvo también la corona del martirio. por los sarracenos de Tünez, que no podían sufrir su fer– vorosa predicación. 130. Misiones entre los moriscos de España y Africa Occidental. --No pueden pasarse en silencio los trabajos de los misioneros españoles y portugueses en la conversión d,2 los moros. que todavía en el siglo XIV y XV ocu'– paban parte de sus territorios, a cuya cmwers'.:m se de– dicaron principalmente los dominicos y franciscanos y lue– go también los mercedarios, aunaue fuera ü1directamente. Lo:, nombres de S. Pedrn de Dueñas y Juan de que sufrieron el martirio en Granada (1397). acredita. Más tarde el clero regular trabajó con gran celo en la conversión de los moriscos, empresa difícil en la que so• bresalieron el obispo Fr. Hernando de Tala vera y el Cardenal Cisneros (1437-1517). En la segunda mitad del siglo XIV comenzó la de los grandes descubrimientos. Las Islas Canarias. descu– biertas en 1344 por los españoles. guiados por uan de l3ct– hencourt. fueron evangelizadas por los franciscanos. Poco más tarde, los portugueses iniciaban la larga y gloriosa sene de sus grandes desc{ibrimientos, y en sus arriesgadas expediciones no se olvidaban de lle– var consigo m1s10neros que llevasen la luz del Evangelio a los países que descubrían. Los misioner'.:ls