BCCCAP000000000000000000000190

160 ]VÍETODOS iVJlSIONALES gelizar. Procuraban identificarse con ellos en su modo de vi~ 1 ;r. para irse f:.;Hnnndo r~•co a poco ~zus vo:u~-1L1c~(:s. enseñándoles pr~n¡.z,rc: algun,r·; c"crtcs inútiles de los pucl'-1os civilizados, aprendiendo su lengua, etc. Y una ve:: , 1 ue habían logrado captarse la benevolencia de los indí&enas. comenzaban con mucho tino a instruirles en el Evangdío, y a inculcarles la necesidnd de bauti::arsc y de rccib:r d cristianismo. Pronto se dieron cuenta también de que la prorunda 1•..:– neración y obediencia que aquellos pueblos profes:11 1 an a sus reyes. les podía servir grandemente en su m;,s cápida conversión, y así ponían sumo empeño ci1 convertir primero al rey, para oue después los súbditos entraran, con su ejem– plo. mús fácilmente en la nueva doctrina. como sw:edí.i casi siempre. Este fué el método usado por S. Lea,,dro con Recarcdo, por S. Remigio con Clodoveo. por S. Agt,~•t;n con el rey de Kcnt, por S. Adalberto con S. Esteba:1. y otros ejemplos que pudiéramos citar. y que enseñan a los misioneros cómo deben aprovechar todas las circunstancias favorables. el conocimiento de las costumbres y hastD de las supersticiones de los países que evangeli;:an para más fácilmente lograr su conversi6n. H PERIODO FUNDACIÓN DE LAS GRANDES ORDENES MISIONERA> (,,i;.r'" Xl\JI - DESCUBRIMIENTO DF AMÉRICA (si~lo XV v XVI). El cspi:nt.u misional, algo decaído, re..:ibc nuevos alientos con 1a fundación de las dos grandes Ordenes de Francíscanm v Domin,cos, Ordenes misioneras por excelencia. que monopolizan, puede decirse. h activid,id misional de la Iglesia en este período. Las misiones cató– licas tienen por objetivo especial los pueblos de Asia y del Extre1'to Oríentc 1 donde los rnisioneros alcanzan éxitos sorprendentes. L0s mon– goles y los t/irtarm reciben con benevolencia el Evangelio y muchos

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz