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LAS CRUZADAS. :\1ETODOS MISIONALES 159 con h cooperación de S. Adalberto, obispo de Praga, la conversión de todos sus súbditos (1). 120. Las Cruzadas.--Terminada, o, por lo menos, en marcha triunfal la propagación de la fe católica por los pueblos venidos del norte. hubo de sufrir un grave con– tratiempo por la invasión de los infieles del sur, los árabes, que en poco tiempo se apoderaron de extensos países donde florecía la religión católica y, lo que fué más de sentir. cayeron también en su poder los Santos Lugares de Jerusalén. Mas la reacción de las naciones católicas no se dejó esperar mucho tiempo, y a fines del siglo X cornen::aron aquellas célebres expediciones militares, para recobrar el Santo Sepulcro, que recibieron el nombre de Cruzadas y duraron dos siglos (1095-1270). Aunque el fin principal de las Cruzadas fué sin duda la reconquista de los lugares Santos, en la mente de los Papas entraba también el atraer al seno de la verdadera Iglesia a los cismáticos de Oriente y el de implantar el catolicismo entre los musulmanes; pero si el fin principal fracasó por falta de unión entre los príncipes cristianos, el otro objetivo no tuvo mayor fortuna, quedando plena– mente demostrado desde entonces que las armas no son el medio más eficaz para atraer a las gentes a la verdadera Fe (2). 121. Méfodos misionales en este periodo.-Los misio– neros de este primer periodo de la Edad Media, tenían un especial cuidado de estudiar las costumbres, hábitos, ritos y gustos de los pueblos que iban a evan- (1) Bon, Historia Hungarorum Ecclesiastica, (3 t. Lugduni Bata– viae, 1888-90). (2) V. P. AMANDO VAN DER MENs BRoUGGHE, Pbro., Método Misionero histórico, en «Biblioteca Hispana Missionum•, vol. I, pp. 29-50.

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