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EDICTO DE Iví1LAN. -INVASION DE LOS BARBAROS 147 o m-::nos. d utilizado por todos los demás predicadores del Evangelio. Con~istía en probar primero la falsedad de los ídolos, que eran obras de los hombres; cómo no podía haber más que un solo Dios a quien se debía adoración y amor; narrar la vid;i de Jesucristo, probar su divinidad y exponer su doctrina y la necesidad del bautismo para salvarse. !-.1odelos de esta forma de predicación los tenemos en los Hechos de los Apóstoles (1), donde también veremos, cómo sabían acomodarse a la capacidad e ideología de sus oyentes. pues no predicaban lo mismo a los judíos qu2 a los gentiles, ni a las clases humildes que a los sabios del Areópago. 11 PERIODO rn:cro DE >,\TLA\: (313) - INVASIÓN DE LOS BARBAROS (siglo V) La Iglesia en este período consolida sus pos1c1ones en el Imperio romano. Al mismo tiempo que los Obispos y Presbíteros se dedican a la conversión de los paganos en sus respectivos territorios, los Sar:tos Padres y escritores eclesiásticos asientan sobre sólidas bases la teología católica, labor muy necesaria para combatir a los herej,2s que pululan por todas partes durante este período. La labor misionera de la Iglesia es de tal intensidad que, cuando sobreviene la invasión de los bárbaros, era ya cristiano todo el Imperio Romano. La fe se extiende también con éxito por Armenia, Persia, Arabia y Etiopía. *** 105. Herejías. -Las Misiones, que en el primer pe– ríodo tenían casi exclusivamente por objeto convertir al (1) Act. X, 34-44. XIII, 16-42. XIV, 14-17, XVII, 22-32.