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FRUTOS Y ESPERANZAS DE LA c. DE P. 127 conocida competencia, que son consultados en los negocios misionales. Su voto no tiene valor delibera– tivo; no tiene otra influencia más que la que merezcan sus razones y ciencia. d) De un Secretario, Subsecretario, Prosecretario de Economía, minutantes, escribientes, pro– tocolistas y de un Archivero, encargado del Archivo de la Congregación. e) También tiene una comisión encargad:, de revisar las Constituciones, las Reglas, los Sínodos de los Institutos misioneros dependientes de la Propagand'L El funcionamiento depende de la entidad y cualidad de los asuntos. Los de administración ordinaria se tratan y expiden por el Prefecto, el Secretario, el Subsecretario y los mi– nutistas. Los de mayor relieve se discuten por los Consul– tores y Cardenales en las reuniones mensuales, y se pre– sentan a la aprobación del Pontífice. Al frente de la administración económica está el Car– denal Prefecto, auxiliado por su Secretario. el Prosecretario y varios empleados seglares, para recepción y distribución de las limosnas y administración de capitales dependientes de Propaganda. 82. frutos y esperanzas. - Imposible reunir aquí los frutos que ha producido esta veneranda Institución y los que en lo futuro está llamada a producir. Baste recordar esa serie indefinida de misioneros, héroes y mártires que en las diversas partes del mundo ha dado a la Iglesia, tales como S. Fidel de Sigmaringa (1622) Capuchino, Protomártir de la Congregación y Patrono del Colegio Urbano, el Obispo S. Josafat (1623), el B. Oliver Plunket (1681), el B. Fran– cisco de Capillas (1648), los BE. Agatángelo y Casiano, Capuchinos (1638), el P. Luis de S. Vítores (1672), los 205 mártires japoneses (1617-23), los mártires de Cochinchi– na (1664-70), los BB. Mártires de las Misiones Extranjeras de París (1700-92), las Misioneras Franciscanas de María, sacrificadas en Tientsin (1900), y otros muchos mártires,

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