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124 ÜRIGENES DE LA C. DE PROPAGANDA carácter general y permanente, dándole cuenta cada quince días de los asuntos graves. Gran influencia sin duda ejercieron en el Pontífice y en los Cardenales, los celosos carmelitas españoles Fr. Jerónimo Gracián y Fr. Pedro de la Madre de Dios. Paulo V (1605-21) confirmó a Fr. Pedro en su cargo de Superior intendente de todas las mi– siones, y, a su muerte, le sucedió otro carmelita también español, natural de Calatayud, Fr. Domingo de Jesús Ma- ría. Los dos desempeñaron su cargo con celo y prudencia. Otro hijo ilustre del Carmelo, Fr. Tomás de Jesús, natural de Baeza, escribió un precioso libro titulado De procuranda salute omnium gentium ... libri... XII ... , que es una verda– dera enciclopedia de ciencia misional. En el capítulo l.Q del libro tercero propone la necesidad de la Congregación de Propaganda Fide y el proyecto que de ella se había formado, que es verdaderamente vasto y genial. (1). Paulo V descendió al sepulcro sin ver realizados sus deseos. Le sucedió en el Pontificado el Cardenal Ludovisi, con el nombre de Gregario XV (1621-23), el cual, cono– ciendo las grandes necesidades misioneras de su época y excitado por el fervoroso misionero y Predicador Apostó– lico, el Capuchino Fr. Jerónimo de Narni, con quien tenía íntimas relaciones, se determinó a dar una constitución apostólica que empezaba con estas palabras: Inscrutahili divinae. El día 22 de junio de 1622 aparecía el deseado y famoso documento pontificio, erigiendo la Congregación de Propaganda Fide definitivamente. Día memorable y de júbilo para la Iglesia que acababa de dar a luz una institu– ción de transcendental influencia en el porvenir las Misiones. Urbano VIII (1623-1640). sucesor del gran Pontífice fundador de la Propaganda, la recibió como preciosa he- (1) Cf. E. 0TADUY, o. c. 17 y sgs.; P. FLOrrENCIO DEL 0 N1Ño }E;us, C. D., La misión del Congo y los Can11elitas y fo l'rnpaganda Fide. Pamplona, (1929).