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DEBERES DE LA IGLESIA 105 en tres artículos. En el primero trataremos de la obligación que tiene la Iglesia en general de propagar la fe por medio de las Misiones; en el segundo, de los deberes que incumben al Clero ; y en el tercero veremos cómo lo~ simples fieles no están desligados de este compromiso. ARTÍCULO I DEBERES DE LA ll.LESIA 67. La predicación del Evangelio a todas las gentes de la tierra, y la propagación de la fe por todas las naciones del orbe no es solamente un derecho de la Iglesia, es tam– bién un deber. Todos los Santos Padres y Doctores de la Iglesia están conformes en que aquellas palabras de Jesucristo a los Apóstoles, y, por consiguiente, a la Iglesia en ellos re– presentada: Euntes in mundum universum, praedicate Evangelium omni creaturae», expresan, no un simple de– seo o exhortación, sino un verdadero mandato, «Manda– tum », como lo llama Pío IX. S. Pablo reconocía en esas palabras un riguroso pre– cepto, cuando decía a los fieles de Corinto: «Necessitas (evangelizandi) mihi incumbit, vae, enim, mihi est, si non evan.~elizavero » (1). «Necesidad de precepto, comenta Santo Tomás, de tal manera que el Apóstol se haría reo de eterna condenación, si descuidara predicar el Evangelio, según se le mandado » (2). (1) I Cor. IX, 16. r2) Comm. in Cor. I, cap. IX, lectio 3. "neccessitas enim prnccepti, quod non audeo omittere mihí incumbit... vae, enim, id est, aeterna damnatio mihi est, si non evangelizavero, sicut mih1 injunctun1 est».