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104 FUNDAMENTOS MORALru. CAPÍTULO IV DE LOS FUNDAMENTOS MORALES 66. Concepto. -La propagac10n de la fe no es sólo un hecho histórico nacido bajo circunstancias favorables o fortuídas, es un precepto, un mandato impuesto por Jesucristo, que induce en la Iglesia una obligación grave, a la que no le es dado sustraerse, sin atentar, por lo mismo, contra su finalidad. La Iglesia, por con– siguiente, no es misionera por libre voluntad o por capri– cho; es misionera por su naturaleza. De ahí la estrechísima obligación moral que pesa sobre ella de propagar por todo el mundo la doctrina, cuyo depósito le confió Jesucristo. Esta obligación pesa, primero, sobre la Iglesia en ge– neral, pero los que más directamente están encargados de cumplirla son los clérigos, desde el Romano Pontífice hasta el último grado de la jerarquía. Los simples fieles tampoco están exentos ni dispensados de poner de su parte lo que puedan en esta gloriosa empresa; pues que, siendo parte integrante de la Iglesia, les ha de llegar también a ellos esta obligación. Esto nos da pie para dividir este capítulo (1) V. MEINERTZ, Recht und Pflicht der christlichen Heiden– mission (1909); LINCHENS. }v!issionspflicht und Missionsdiens (1910); SoTo, De ratione promulgandi evangelium; De justitia et jure, Sala– manca (1557); ScHMIDLIN, Kath. Afissionslehre, p. 82-88.

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