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102 EL PROBLEMA DE LA SALVACION DE LOS INFIELES nión de aquellos que distinguen dos clases de fe : una late dicta, que se cree por el testimonio de las criaturas en las verdades indispensables; y Dios conferirá la gracia de la justificación siempre que no se ponga óbice. La fe estrictamente sobrenatural, cuyo asenso se funda siempre en la autoridad de Dios revelante. Comunmente los teólogos exigen esta fe esfricla para la justificación y excluyen, como insuficiente, la fe lata. La observancia de la ley natural con esa fe lata, natural también, son insuficientes para la justificación. Sexta opinión.-Un buen número de Padres y los más célebres teólogos escolásticos sostienen que, haciendo los infieles lo que está de su parte, no poniendo obstáculo alguno a la justificación, observando la ley natural, y viéndose imposibilitados de adquirir la fe por el medio ordinario de la predicación, Dios les concederá la revela - ción inmediata; la primera gracia que Dios le conceda será la misma revelación, y, mediante ella, la justificación. (a) klodos de comunicación inmediata.··-Esta reve– lación y justificación puede verificarse de muchas mane– ras: a) por revelación directa e inmediata del mismo Dios, que les infunde la fe y la gracia; b) por intervención y ministerio de los ángeles, como se observa en A. y N. Tes– tamento; c) por la intervención milagrosa del hombre, como Cornelio, en el Ethíope y en otros casos que se cuen– tan en la historia de las misiones; d) por otros medios providenciales o casuales, como servirse de un misionero que pasa accidentalmente por regiones desconocidas, de comerciantes y exploradores, de herejes o cismáticos, de judíos y musulmanes, de aventureros, de esclavos, cautivos, (1) Cf. CARMINATI, o. c. p. 636, sigs. J. Herreros, S. J., El pro– blema de la safoación de los infieles, en la Revista de la ExposiciÓi1 Misional de Barcelona n. III, diciembre 1928, pág. 105. MANN,, Conversión del mundo infiel, Diálogo segundo, p. 23, Burgos, (1923).