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APOLOGISTAS 79 altísima torre, que se va construyendo poco a poco con piedras perfectamente ajustadas : unas, las de los cristianos perfectos, están ya colocadas en la torre; otras, las de los malos cristianos y las de los judíos, envueltos todavía en el paganismo, están amontonadas cerca de ella, para que, una vez labradas por la penitencia y por el bautismo, sean también colocadas en sus muros (1). Compara también la Iglesia con un sauce, que, cuando la ley del Evangelio se dé a todo el mundo y Jesucristo se anuncie hasta los confines de la tierra, por los Após– toles misioneros, dará sombra a todo el mundo y los pue– blos convertidos habitarán bajo sus ramas. La compara, por último, a doce montes, imagen de todos los pueblos esparcidos por la tierra, que han de ser evangelizados por los doce Apóstoles y sus sucesores (2). ARTÍCULO ll APOLOGISTAS Extendida ya la fe por una gran parte del mundo cono– cido. y convertidos al cristianismo, no sólo la gente sen– cilla e ignorante, sino también muchos de las clases in- (1) M. P. G. t. 2, col. 901, sigs. (2) Cfr. ScHEMIDLIN, .Kath. lvfissionslehre... pag. 62. Los Apologistas, casi todos del siglo II, son, entre los grie– gos, S. Justino, Orígenes, Clemente Alejandrino; y, entre los lati– nos, S. Ireneo, Tertuliano, Atcnágorns, Lactancia, Minucia Félix y S. Cipriano.