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EPISTOLAS DE s. PABLO 73 de esta ciudad que S. Pablo se hallaba preso en Roma, y despacharon inmediatamente a Epafrodito, para que le socorriese con dinero y le asistiese personalmente, lo cual verificó prontamente con grande riesgo de su vida. S. Pablo, que no acostumbraba a recibir nada de las iglesias, admirado de tántas muestras de cariño, admitió la limosna. Por medio del mismo, les envía esta hermosa carta, donde alaba su fe, les consuela, les exhorta a la mutua caridad, y, con expresiones las más tiernas de su gran corazón, les da las gracias por los socorros que la habían enviado. Gavisus sum autem in Domino vehementer, quonian tanden aliquando refloruistis pro me sentire, sicut et sentiebatis: occupati autem eratis (1). Es un mag– nífico ejemplo de cooperación al Apostolado que ofrecen los Fili– penses a todos los cristianos de nuestros días, cuando los misioneros y misiones padecen tántas necesidades económicas (2). e) Epist. a los Colosenses.-En ella les representa a Jesucristo como cabeza de la Igicsia, del cual proceden todas las gracias, per– dona los pecados y triunfo del demonio. El es el solo Mediador entrii' Dios y los hombres, y por El se reconciliaron todas las cosas. Y o he sido hecho ministro, según la dispensación de Dios, para dar cum– plimiento a su palabra. El misterio que ha estado escondido en los siglos y generaciones, mas ahora ha sido manifestado a los santos; a los cuales ha querido hacer conocer !ns riquezas de la gloria de est1; misterio entre los Gentiles, que Cristo es en vosotros la esperanza de la gloria (3). f) Epist. a Timoteo.-Encarga en el capítulo segundo que se debe hacer oración por todos los hombres, en especial por las reyes y gran- des. Esto es acepto a Dios nuestro Salvador que quiere que todos los hombres sean sa[¡;os y vengan al conocimiento de la verdad (4). Porque uno es Dios y uno el medianero entre Dios y los hombres, Jesucristo Hombre, que se dió a sí mismo en redención por todos, para ser testimonio en sus tiempos. En lo que yo he sido puesto por predicador y Apóstol (digo la verdad, no miento), Doct:1r de las Gc;;tes en fe y vcnlad. El texto es clarísimo y no necesita corncnt::1rios. Epist. a los Hebreos.-En los capítulos VII, VIII. IX y X (1) IV, lC (2) V. E. DE VERA, S. J. La Epístola de S. Pablo a los Filipenses y la cooperación al apostc/ado, Burgos. (3) I, 27. (,j,) II, 4.