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lllc:-iAlUlOLLO DE LA P!IO\'l:S"Cf\ (lfilR-17!i61 st• frm1sfonll1'> ea uua especie flp oiieina ministe1·ial, y, nnlu– rnlmenlf•. , ausando HO pequeña distraccióll a la vida conn.'11- tnal, no podía ser del agrndo d(• todos: pero ello redunclahn Pn honor y decoro del hábito capuchino. Cum·enta uños más tar– dt'. se llahlaba aún entre los rPligiosos ancianos elel rPvuelo que ('lll1sú aquella visita. pues el P. Jacinto ·"sp llevaba toda la Col'l(• fr,is sí y un concurso enorme de gentP aendía al co11- wnto pam que los benclijern'' (2). n(Js nños dt>sput'•:,;. t'll PI fraeasudo 11rnlrimonio de Cal'– lns. Prü1cip<' <k Gales, con l\fo.1-ía de .\.ustria, hija elP Feli– ¡w III. PI Prnvincial de Cnstilln, merced a su acertada inter– vPrn·iún Pll el asunto, se alrnjo hacia el hábito capuchino la sirnpatín d<• la nobleza, amnenfondo el prestigio de que ya gozah:i Pn la Corte (3\. Todo contribuía a aumenta!' la popu– lal'idad y 1n estirna. siempr<' crecientes, de los Capudünos ens– lellanos, no sólo en la capital. sino también en todas aqul'llas <·iudades y lugares flll dondP. por razón de hubilnciún o mi– nish-rio. P1•1m co11oeidos. Y, nnlu1·nluw1lle, no em del agrnclo d<· todos. El Obse1·v1mle P. ,Juan de Solana, renovando los su- 1nrnstns a1·gunw11los qu<• su he1·11u1110 ele hábito P. Fran<'iseo d1· 80:-:u lnnznm <·011lra los Cnp11ehinos Pn 160D. imprimió un ~1Pmm·inl e<m ln JWetensi(rn dP ¡wohar que (•slos no eran ver– daderos FrnilPs :.\Ienores (4;. El ;.\lemorial produjo no peque– fi.o c!if;gusl.fJ en frp los numProsos amig·os y aclmil·ndores de los Capuchinos. El P. Quirogii. ;.\finistro Provineial, puso innw– dintanw1Jlt• t'll movimiento sus muclins y poderosas amista– des: PI P1·ocu1·nd01· dP In Provincia, P. Alonso de Toledo, ins– !1·urr'i u11 _pro(·eso r·ontrn PI autor dt>l follelo, y como cons<·– ('IIPrwin <:slc fu(· prohibido poi· el Leilnmnl de la Inquisieitlll el rnP:-- d<' ,iunir, dP 1623. AdPnHís. el '.\'uncio expulsó ele Ma– cll'id nI n uto1·. el cual no pudo volwl' hasta c!Pspués de haber f'o1·nullrnr)tll<' n•ll'nctado públicnmente lo escrito, el -16 de sep– !i1•nllwP: ,. fue1·m1 los Capuchinos quienes interpusieron su vn.limiPnln parn su regreso a la Corte (5). También el P. Martín de San .José eo1nbaLi<'l en sus escri- (2) MAliTb DE TonnEC!LLA. Apuloyema, jl. 198. :i, Y1•n~r más nbnjo, JJ. rno. cr. Anales. ¡. (i2 ~ig.; :\l.\ttTÍ:S DE TUHHEC:[Ll,c\, 1,/J. r-il,, p, 3-::í. l;iJ CL Jn11les, p. G3.

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