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,liOHJEil:'\U JJ8L P. ,J().\<JL:ÍX !JE l\L\DlUD , [Nül-ll·i'i':': 237 Hcrnus 11omhrndo al P. Jacinto de Peñacerrada, quien en 1836 se refugió en Fl'!lncia; el afio 18.1,3 pasó a las misiones recién organizadas de América; trabajó con celo verdnderamente ll postólico en Venezuela, Méjico y Cubc1. En '1858 volvió a Eu- 1·opa, recol'rió E:-:pañn, y anhelando .ver restaui·ada la vida <,rmvenhrnl vió fracnsar sus proyedos, por lo cual se lras– J¡¡d(¡ a Hnlin, Iijando su residencia en la capital del orbe cris– tiano. Los Superiores Generales lo nombraron lector de teo– logía en el Colegio de San Fidel: el nño 1862, habiendo sido consagrarlo Arzobispo el ex Qpneral de la Orden P. Salvador de OziPri. y enviado como --Visitador Apostólico a la India, llei:ó como secretario a nuestro P. Jacinto. Al año siguiente mm·i<i Pl A1·zobispo, y los Superio1·es le llninnron nuevamente a Roma a ocupm· la cátedra de teología. otlcio que desempeñú lrnsln que el 2i de marzo <le 1865 fuó preconizado Obispo de ~nn Crisl(Íbal. de Cuhn (La Habana). Al desernbhrc-ar en Cá.– diz. r1rnndo se dirigía a Roma para participar al Concilio Vaticano. fué detenido por ln polida española y conducido a Madrid: c-erca clP un mes duró In prisión, sin que nadie su– pier11 rlark rnzón de fon violenta medida: pero fw' sin duda nna venganza dP los masones de Cuba. que no podían per– donar la entrrrza apost(ilicn dP nr¡nrl nuevo Alanasio. Des– pués continu(i sn via,ir. Tnlrrvino lll'illantemente en las sesio– nes <lel Concilio, hach;ndosr notar pnr su profunda ciencia no menos que por sus dotes oratorias. De regreso a su diócesis, se enteró que le habían elegido Senador dP! reino por su provincia de Alava; volviú a Espa– ña y tomó parte en diferentes sesiones del Senado. Luego hizo otro viaje a Roma, hospedándose en el Colegio cte San Fidel. en Pl r¡11P falleció Pl 3t dP octubre de 1873 (W\. (19) Acrrca rlPl P. Jarint.o vúansr: L'Ern rli S. Frrmcesco d'Assisi, 1874. tomo II, p. 117; V1zco:rnE IlE LA ESPEI\A'\'ZA, EiO[J/'afía ?I retratos de los SP– nadores y diputados carli.stas. Madrid, 1871: Annali Francescani, t. IV, pá– ~ina 569; Bullari,um cit., t. X, ]l. 721: EDUAI\Dl'S AD ALENCONIO, o. F. :.\l. CAP., Collegií S. Fi.rlelis pro missionilms Ore/. FF. lllin. Capuccinornm rons– wctus histoi·irns, p. 73-7G, Romar. 1926; ANDRÉS DE PALAZUELO, Vitalidad ser11(ica. Primero serie, p. 234-237.