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GOU!Ert>iO DEL P. FBRMÍN IiE ALCARAZ (1838-185:i) :!'.?~, lla!Ja en Puerlo Hico, y a partir de •'lsta fecha no se conocen mús noticias de él ('16). d,' El último de los misioneros de que vamos a ocupar– nos es el P. Antonio M. de Galdúcanu. Profesó en Deusto el' año 182ti, y después de la exclaustrueión pasó a los Estados TJnidos, desde donde se tmslacM a Puerto Rico y después a Culin. En esta última repúhli(•n fué compañero de misiones df\] venerable P. Esteban dr Adoain y mereció la estima y ala– llanzns del B. Antonio Clarel, entonces Arzobispo de Santiago, quü•n luego .:lo empleó como profrsor en el seminario df' Cuba, -:,.· pol' último, r·omo cated1·álico (fr teolo¡;ría en el seminariv de El Esem·ih.1. cuando S. E. Ilma., despu~•s de su regre:c;o a España en calidad de confosrw de Isabel II. fué encargado de la di1·f•ceiún dP dicho centro tmiversitario: todo lo cual es una prudrn del concepto qur tenía Pste santo Prrlado de la virtud, salle!' y demás ctwlidades df'l P. Galdácüno" (17:. , . Hacio fines de 181-8. el Comisario Apostólico, P. Fer– mín de Alcaraz, eon el prdexto dr dar impulso a las misio– nes de Asia y América, por 81 reorganizadas, y satisfacer las eontinuns pPticiones de nuevos operarios evangélico", intPnl1", fo fundaci{ 1 n en España de un colegio-convento. En el ya ci– tado ~frrnorial dirigido al Embajador de España el 21 dP no– viPmhre de 184-8 lP decía: ''Es nec-Psario tem•1· en España un ColPgio. como los hay para las Filipirws, en donde se pudi1:– Sl'fl formm· los misioneros con la:-: qualidades necesnrías. A eslt> fin escribí al Sr. Nuncio de Su Sanlidad en Madrid, l\fon– señor Brunelli, lo que puede versP en la adjunta eopia. Su .Kx– celencin me contestó que lo habfo hablado con el Sr. Minisb-o dP Su Majestad, quien le prometía tomar el asunto con todo empeño, juzgándolo utilísimo por todos respectos; pero aun no se sabe de resultado alguno. Lo tendrá indudnblementP si el Excmo. Sr. Embajador en Roma se digna promoverlo, como (16) Cí". CAYETANO DE CARROCERA, ol,. cil,, ¡, 215-21!). (17) Cf. ILDEFONSO DE CIAL'HHIZ, o. F. M. CAP., Vida del silJl'l'O de I>io, P. Fr. Esteban de Acloain, p. 201, 217, Barcelona, 1913: Estadistica genci•a/, de los PraUes il{enores Capuchinos de la P1·orincia ele CaslW,i, n. 2.fi52, Sa– .lamanca, 1910. 10,-Los Capuclunos en Castilla.