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Cuarto período EL COMISARIATO APOSTOLICO DE LOS CAPUCHINOS ESPAÑOLES ('1836-1885; La Orden Capuchina, corno todas las demás Ordenes reli– giosas, quedó por completo desarticulada y sin personalidad jurídica reconocida por el Estado español a partir de las le– yes persecutorias de 1835-1836. Hubo, es cierto, en todo tiem– po rdigiosos que continuaron observt,ndo la regla y consti-– tuciones profesadas, pero pasó medio siglo antes de que pu– dieran reunirse de nuevo en comunidades fonnales. La Santa Sede, adaptándose a las circunstancias, creó en– tonces una nueva forma de gobierno con la institución del Comisal'ialo Aposlólico de los Capuchinos españoles, delegan– do en su representante todos los poderes y todas las facultades del Ministro General. Por lo dicho s!:' comprende fácilmente la imposibilidaa de seguir relatando las vicisitnde:o de la extinguida Provincia de las dos Castillas. Nos esforzaremos, :-in ernlrn1·1:Hi, por 1•peogPr todas aquellas noticias que nos den u. conocer, o siquiera nos hagan vislurnb1·ar, lo mucho que los alumnos <le la _misma trabajaron por su reslauraeiún, recoPdando asimismo algunos dP los religiosos más ilustres que continuaron con tesón sir– viendo a la IglesiÉt y a la Patria durante este período. De este modo seguiremos Pl hilo conductor f!UP nos llevará hasta la 1·rstauración definitiva dP la actual Prnvincia del Sagrndo Co– raiún de Jesús, dt> Castilla.

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