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~¡, APOi-,TOl,:\!Jll A pesar del parecido de este colegio con el de Toro, pm· lo que al nombre se refiere, difería notablemente de él. El colegio de Toro-de estricta y rigmosa obsen·nncia-estaoa destinado a pocos y puede decirse que era vitalicio, toda vez que d Provincial no podía colocar allí libremente los religio– HJS ni tampoco trasladarlos, aun ,•u¡mdo 1111 ftH'J'/lll npto,., para la predicación. Además, los .. misioneros", que no po– dían salir a predicar si no de dos en dos, cslaban ya intelec– tualmente formados y cultivaban casi exclusivamente un gP– llPro dP pl'edic[wión, es decir, las misiones popula1·0s. 1 ::'\tP oteo colegh ideado por el P. Reinosa :y sus colaboradol'es de– bía ser "como un plantel de operarios evangélicos que han de servir al bien de otros conventos, de la Iglesia y de la Or– den". En él podía permitirse una cierta libertad en la disei– plirrn conventual, con el fin de favorecer el estudio y el tra- . bajo, cosa que nunca se hubiera permitido en 'roro, en donde lod(I estaba subordinado a la más pnrf Pela r riµ·urosn , i! JSPr– vancin regular. 4. Entre los reformadores de la oraloria sagl'ltda en Espa– ña durante la segunda mitad del siglo XVIII ocupa indiscuti– blemente uno de los primeros pueslos rl P. Miguel de San– i,ander (7a). Hacemos nuestras las palabras de M. Mcnéndez y Pelayo: "Juzgar al P. Santander com11 orador sagrnclo es em– presa larga y no de este lugar" (8). Si sn vida ejrmplar y su método de predicación contribuyó muy eficazmente a la re– forma de la oratoria en el clero secular y regular, no será aven– turado pensar que derramó regueros de luz entre sus herma– nos de hábito, muchos de los cuales le acompañaron en sus correrías apostólicas y otros convivieren con M Pn el semina– rio de Toro; para unos y otros publicó el Man1uil de que luego nos ocuparemos (9). Vamos a transcribir dos testimonios que ilustrarán mejor que pudieran hncerlo nuestras palabras la personalidad del Pa– dre Santander. El beato Diego .losé de Cádiz, en una carta di- (7a) Cf. SEIJAST[Á:f DE UBHIQUE, o. F. M. CAP., Estudio sobre la oratorw. dd B. Diego José de Cllcli:::, rn Collectanea Francisc., 1938, t.. VIII, p. 48--51. {8) Historia. de los 11.eterocloxos. t. VI, p. ,í20, Madrid, 1930. (9) Véase más abajo, p. 194. ! 3.-Los Capuchinos ,·n Caslilla.

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