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LI \ 11).\ 111·: LA PI:on:':U!A (17116-iKlü: 1 1 ad1·r lsidorn de Fermoselle, gobierna en t 776 la Provincia ell ¡•alidad de Vicario provincial, y favoreciendo los planes mo– demizadorn'i ele su colega, le da el encargo de escribir Ull (·urso filosófico para remediar los abusos que se habían in-· lt·odueido '·eu el método de autores y de estudiar" (18). Aquel mismo año visitaba la Provincia el General de la Orden, Pa ·· dre Erhardo dr Hadkersburg (19), el cual no sólo procuró mi– tigar la oposición eon que tropezaba el proyecto de seguir lu mwva filosofía. sino que dió alientos al P. Villalpando paru que sin demo'rn publicara su Filosofía, como efectivamenk lo hizo en los dos años sucesivos (20). Al autor no se le ocul– laba que iba a ser combatido; pero l:1 lucha no le 'arredra, y ,-in temor ni rodeos expone libremente sus opiniones, sin de– da1·arse vaRallo de ningún sistema, pero adaptando siempre su doctrina al estudio de las ciencias eclesiásticas. El Curso filosófico del P. Villalpando no debió ser del agra– do general de la Provincia, pues el Con·sejo Real de Castilla. 011 noviemb1•p y diciembre de 1779, pidió a los Superiores qnc lo adoptanm como libro de texto, mas éstos nombraron unu ('.Omisión dP seis Padres, los cuales dieron un informe desfa - vorahle, y el tO de julio de 178-1 se ponía como texto el del Padre Bernaeclo df\ Bolonia (21). Si el proyecto del P. Villal– pando fracasó en la Provincia, hemos de decir que <lió muy hnenos resultados fuera de ella y adquirió grande reputación. El Supremo Consejo de Castilla, para facilitar el estudio de las doctrinas nuevas que venían del extranjero, publicó una rn,pecie de concurso para el mejor libro que pudiera adop– larse como texto en las aulas filosóficas, y el premio recayi', m el Curso del P. Villalpando (22). otra prueba del prestigio que gozaba este religioso entre las personalidades científicas ck (18) Cf. Viridario auténtico, p. 504. (19) Cf. Firillario auténtico, p. 503 sig; FRANCISCUS A VII,!,ALPANDO. Philosophia, t. I, pro!. (20) Véase el título transcrito en la nota 13. (21) Cf. V'iridario auténtico, p. 532 y 544. El dictamen emitido por la comisión se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid y en el Archivo JH'ovincial de Castilla; lleva la fecha de 8 de Niluhre de 1780. (22) SERRANO Y SANZ, El Consejo de Castilla y la censura de libros en el siglo XVIII, en Revista de Arch. Bibl. y Museos, 1906, t. XV, p. 393; Ar– chi1•v lllero Americano. 1919, t.. VI, p. 373.

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