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148 RELACJONES CON LOS EXTRAÑOS La popularidad de que gozaban llenaba de admiración y asornbro a los mismos italianos,·entre los cuales el burdo sa– yal franciscano era idolatrado. ·'Son los españoles-dice la relación de visita del P. Bernardino de Arezzo-muy devotos de N. P. San Francisco; tanto, que los Capuchinos ·se ven obli– gados con frecuencia a pararse en las calles a instancias de hombres, mujeres y aun damas en coche, que quieren besar su hábito. Cualquiera persona que encontrábamos por las ca– lles, aunque fuera de elevada posición, inmediatamente se retiraba-si era mujer, con reverente inrlinariún, y si e1·a va– rón, con el sombrero en la mano-a la parte más sucia, de– jándonos a nosotros la parte más limpia. Y sí en alguna boca– calle tropezábamos con algún coche, el cochero, apenas nos veía, paraba los caballos y no se movía mientras no hubiéra– mos pasado. Lo mismo hacen con todos los Capuchinos" (44). (44) FILIPPO BERNARDI DA FmE:-.ZE, Relatione clel t'iaggio, p. 227 slg.

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