BCCCAP000000000000000000000189

lI.-LA JEilAilQUIA ECLESIASTICA Y LAS ORDENES IlELIC,IOSA::: l. El Nuncio y los Obispos.-2. El clero. -- a. Las Oi·denes rnli– giosas. 1. Conocemos pocas noticias para. ilusl1·ar cuuveni,,,iite– mente este capítulo. Los Nuncios de Su Santidad manifesturou en todo tiempo gran aprecio al hábito capuchino, viniendo de Italia, en donde era tan popular. Siempre que se acudió a ellos para defender los privilegios que otros pretendían 11egar, comu en lo referente a la V. O. Tercera, a la indulgeneia de la Pol'– ciúncula, etc., manifestaron con hechos el interés que :·w Lo– maban por la Provincia; y cuando en momentos difícile,-, ósh se hallaba internamente dividida, el representante de Huma contribuyó a restablecer la paz. Cuando referían al Vaticano la cobertum de nuestros Generales corno Grandes de Espaii 1 1. no omitíall los particulares que enalledan al hábito y a lo" religiosos. 2. Lo:,; CaPdenale:,; de Toledo Bernardo de Hojas y Sandu– va:l y su sobrino Bnltasar '.\toscoso y Sandoval proclanrn lw n públicamenle "la devoción particular que tenemos a la :,;,i 11!.1 religión dr .Snn Francisco de Capuchinos descalzos", y los d, ~ conventos de la imperial Toledo fueron prueba inequívoPa d'c'. aquella deroción particular (28). Alguna que otrn vPz los OJii;-:-– pos diocPsanos, u1uvidos :,;in duda p11r las 1·azouPs q1w !Ps íl'I' sentaban quienes se oponían a las nuevas fundaciones, !ii1 in– ron algunn resistenciR. Así sucedió en Jadraque (2D), y snL1·, •.28) CJ'. 1\LO'.\SO IJE ,\?\lllt!\llE. (29:, Véasn llltts arriba, p. 39. cit., p. 260. y,·•¡¡~¡, mú~ arrilJu, ¡i.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz