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L.\ \l!JA DE L.\ PllO\'l);CIA (1618-1746) vador el li de mayo de HlMl (3\ Su compañero de m1s10n fué el P. Juan de Santiago, 1·cligioso de muy señalada virtud; tra– bajó con imponc:erable fervor en la conversión de los infieles por espacio de lres años, hasta que por razones de salud hubo de regresar a la Provincia. Logró en poco tiempo aprender con perfección la lengua congoleña, por lo que pudo dedicarse con fruto a la enseñanza de los niños que frecuentaban en gran número su escuela. Redactó una relación, todavía inédita, so– bre la misión del Congo y fruto que se recogía (6). El año 1646, el Definitorio provincial es1:ribió a Propagan– da Fide pidiendo el neet'sario prl'miso para enviar '13 nuevos misioneros y solicitando para el Provincial de Castilla el título de Prefecto ele aquella misión, con la facultad de nombrar a su arbitrio un Viceprefecto; pero como la Sagrada Congrega– ción no .i uzgaba oportuno confiar la 'misión a los Capuchino,, Pspañoles, el proyecto fracasó (7i. Sin etnbargo, no decrecía el ('ntusiasmo de los 1·eligiosos. El 1G de octubre de 1647 se em– barcaba en Cádiz la segunda expediciém de 'misioneros, y en ella. se alistaron otros dos castellanos, lo·s PP . .José de Pernam– buco y Francisco de Veas, quienes ya anteriormente habían solicitado la misión entre infieles. El primero, después de poco tiempo ya predicaba sin necesidad de intérprete; compuso al– gunos libros que después se tradujeron al español, y con todn probabilidad fué uno de los colaboradores del siervo de Dios Padre .T or¡;.re de Geel en la redacción de su Vocalmlario latino- 11spafíol-congolés. El segundo fué destinado al condado d•' Huandú; misionó además el territorio de los Gingns, súbditos de la famosa reina Zinga, en cuya eonversilín trabajó; des-– pués pasó a San Sa.lvndor y últimamcntP a P1·111lm: se dieP que C'onvirtió unns seis mil persona:-. Entrnmbos murirrnn .. ¡ (5) cr. MATEO DE A:--.GnA:"\O, ob. cit., p. 287-291; RAFFAELE DA SANTA (in:S'l'A, O. F. M. CAP., Missionari sa1'di dei Minori Cappuccini, p. 23-30, Reggio Emilia, 1931; HlLDEDilAND DE HOOGLEDE, ob. cit., p. 228. (6) Cf. MATEO DE ANGUIANO, ob. cit., p. 279-285; MAnTlN DE TORRECILLA, A.pologema, p. 230 (Turín); EDtJAilD n'ALENt;:O'.'l, o. F. M. CAP., Essai de bi– /Jliogmphie congolaise, en Neerlandia Franciscana, 1914, L I, p. 251-52; BuE– :--.c1vENTUnA DE CAHHOCEHA, Los Ca7nIchinos espm1oles en el Congo, en Bspa:ñi1 Misionera, 19115, t. II, p. 192. (7) Cf. Roma, ·Arch. Propagl1nda Fide, Scrittw·e antiche, vol. 110, f. 1.