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EL AH1..:T()J,,\DO 1-::,THE F!Ei.ES 109 más de Aquino y el segundo con otro subl'e. la Asunción de In Virgen (23). Hemos citado algunos nombres íle 1n·edicadures que pu - dieran considerarse como lumbreras del púlpito; pero con ello no hemos hecho sino indicar a.lgunas categorías a que pueden reducirse los demás; se engañaría quien pensara que hemos reco.·rido el inmenso campo de la predicación cultivado por nuestros predicadores y misioneros; el inmenso fruto hecho u la sociedad por centenares de predicadores anónitnos lo vere– mos sólo el día de .las grandes revelaciones. 4. Los Supt•riores de la Provincift habían publicado, para la uniformidad de las misiones enLre fieles, un reglamento particular (2,1;, que no nos ha sido conservado, y que sin duda nos daría mucha luz para estudiar el método de aquella prt·– dicación popuhu· y acaso el influjo que ejercirron en los pre– dicadores de la época. El anhelo de ser úliles al prójimo y salvm· almas para. Cristo 111ovín a !lueslro:,,; anlepa:,mdos a lomar la pluma par:1 orientar en sus apostólicas tarpas a los ministros del santo Evangelio. El P. Isidoro de León aconsejaba a los predicado– res con estas palabras: ··sean sus afectos el resolverse a pre– dicar apostólicamente a Cristo cruciflcndo y no se andar con florecillas de entendimiento alguno, sino con voz de virtud de corazón inflamado, atendiendo a la gloria de Dios y reforma– ción de las costumbres de los oyentes y no al aplauso y esti– mación, que pide su vanidad y amor propio" (25). El P. Gl1spar de Viana publicó en Madrid, el año 1670, una obra en dos volúmenes dedieada a los Ministros del Santo Evangelio (2GJ; ''lo primero-dice en el prólogo-, por lograI' (23) Cf. La1'1·ea Com11lutense, adornarla y te.vitla de hermosas hojas de florida eloci:encin de i./,vstres mmos ele sagracln ernii.r·ión. Sermones varios a. singulares asuntos. Escritos por insignes ma.estros de la Oratoria. cllrls- 1.iana. Alcalá, 1G66. p. 86-102 (P. Diego', p. 275-29:l (P. Alejandro). (24) Véase más arriba, p. 103, n. 8. (25:, Cf. I"mmw nB LBú:'i, El 11flslico cielo .. parte II, p. 30!1. (26) El Sol de nuestra Espa1ía, y luz grande de la Iglesia, et Abulense, en ctiscursos morales, políticos y espirituales. Lamentaciones christlanas sobre los males comunes, calamidades públicas, errorPs prCtctico:3 y tinieblas es-