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92 L.\ VIDA JJE LA PROVINCIA 11Ül8-174ü; obras de ext'!gesis y moral, y co:mo lo prueban sus apología--. su pluma ágil y batalladora estaba siempre alerla para lan– zarse al combate en defensa de los derechos y privilegios de la Orden y de la Provincia. El P. Martín de Torrecilla tej" ¡,¡ catálogo de sus obras, y después de haber entresacado algu– nos de los muchos elogios que sus contemporáneos le tribul.a– ron, termina diciendo: "Y que sea bien docto no sólo en las Questiones Regulares y Exposición de la Regla, sino tamhih1 en theología moral, positiva y escholástica, y bien erudito e11 los derecho~ canónico y civil, lo testifican a cada pasu :-;uc, obras, que son irrefragables testigos. Pero no sólo en esso, pues a la medicina se extiende su erudición, a que se junln, una noticia grande de todas las letras humanas, como es cons– tante; con que viene a ser universal y generalíssimo en lodns las sciencias" (23). b) Otru tipo de estudioso Capuchino fué el P. Basilio d" Zamora (t 9 agosto 1696), ilustre geógrafo y eminente teólo– go y predicador; pero a pesar de sus protectores y mPcrna,: no fué tan afortunado de ver publicados sus escritos. Después de haber dese1npeñado importantes oficios en España dentro y fuera de la Orden, pasó a Nápoles cual consejero y confe!'lm· del Virrey Luis de la Cerda, Duque de Medinaceli, y allí le sorprendió la 'muerte el 9 de agosto (le 1696, siendo enterrado con grnn pompa. Su obra mnestrn rs la DPscri¡Jrirín r¡rngrá/'if'/1 del mundo. cuyo manuscrito se hallaba en venta el año 1936 en la biblioteca del hispanista M. R. Foulche-Delbosc. I~sct·i·– bió ta1nhión un compendio ele teología moral, yru•ios sermonPs y alegatos. un manual de advertencias y devotas aspiraciones muy provechosas para el artículo de la 1nuerte, y nlguna ro· sita más. Los manüscritos de estas obras se consel'vau ahorn m la Biblioteca Nacional de Nápoles (24). "Este autor es tan conocido por sus letras y erudición, qual saben todos en Psla Cortr (Madrid). especialmente el Supremo Tribunal de la Fe. piws ha muchos años que asiste a todas sus .Juntos sin resel'– varle alguna, que es indicio de lo acertado de su censura, pu¡;. ..; (23) Cf. Apologema, p. 173-175, n. 419. (24) Cf. APOLLINARIS A VALENTIA, O. F. i\L CAP .• Blbliotheca Fr. Min. C·1- f!UCCirwr11m pro1•inciae :Yeapolitanae, p. 48-30, Romae, 1886.